El pueblo étnico “Yoruba”
melanoafricano, de dialecto “Kwa” (grupo lingüístico del Níger-Congo) con sus
reglas gramaticales definidas, es heredera del esplendor del gran imperio de
Ifé, su arte estatuaria en bronce (de origen aún no solucionada) duró entre los
siglos X y XIII.
El término “Yoruba”, identifica a todas las tribus que hablaban la misma lengua, es lingüístico porque designa el idioma hablado en seis estados de la actual Nigeria: Lagos, Oyó, Osogbo, Orangún, Osun y Oggun.
El reino Yoruba en Nigeria estaba conformado por las tribus: Gadan, Egba, Ijebu, Ekiti, Ondo, Ijesa, Ife, Ketu, Bini, Jekri e Igara. Hay evidencia de que su reino se extendió hasta Dahomey y Costa de Oro. Dando origen a una gran variedad de pensamiento y de creencia entre los nigerianos. De los orígenes de estés pueblos africanos, hasta el siglo XVIII se sabe muy poco, tal vez porque la mentalidad africana es extremadamente compleja y grandes dificultades en el conocimiento del lenguaje yoruba con sus diferentes dialectos. No hay duda, que los Yoruba eran inmigrantes hacia el país que ahora llega a ser el país de su adopción.
Bajo la hegemonía de la ciudad-estado de Ife, en el año de 1258 el reino de “Dahomey” hoy Benín, con su período de máximo desarrollo cultural, artístico y urbano del África en los siglos XIV y XVII, constituyendo actualmente en el siglo XXI la mayor potencia política y económica del área.
El “Reino Ulkumí” era señalado en los mapas marítimos entre 1556 y 1730. En 1734 este nombre es remplazado por “Oyó”.
En el siglo XVIII los pequeños estados independientes se agrupan bajo el poderoso reino de Oyó, y el reino EGBA en Abeokuta, fue fundado en 1837 (Siglo XIX), es quizás el último reino en ser fundado, pero éste ya se estaba descomponiendo y todo el territorio estaba envuelto en sangrientas guerras contra el Dahomey y los Fulanis, resultando arrasado por los británicos.
En 1713 España concede a Inglaterra por la Paz de Utrecht el monopolio de introducir esclavos africanos en la América española, así Gran Bretaña impuso la necesidad de transportar masivamente mano de obra esclava, ésta fue valorada según su raza, sexo y aspecto físico, para llevar a cabo la explotación económica de las tierras descubiertas (Cuba, Haití y Trinidad).
La conferencia de Berlín (1885) reconoció el territorio de Nigeria como zona de influencia británica, actualmente la lengua oficial es el inglés y se hablan también el Hausa, el Ibo y el Yoruba. La religión dominante es el islamismo y la animista ” Osha – Ifá”.
La Sociedad Misionera de la Iglesia, comenzó el trabajo evangelizador entre los Yoruba en 1845. (Siglo XIX).
Historiadores y arqueólogos publican muchas versiones que nos hablan de los avatares del pueblo yoruba en la oscura y denigrante época de la esclavitud (aproximadamente entre los siglos XVI y XIX d.C.), así como de las consecuencias transculturativas que este masivo movimiento humano trajo al llamado Nuevo Mundo, lugar por excelencia donde iban a parar la mayoría de los esclavos africanos, y donde se fusionaron disímiles culturas que dieron al traste con la formación de identidades culturales autóctonas muy bien definidas, así como con la formación de importantes sincretismos religiosos, que han definido inadecuadamente como animismo, fetichismo o paganismo.
El “Omó Orisha Yoruba” es teólogo, tiene consagraciones recibidas en su “Eledá” que transcienden la conciencia humana y en su memoria hay concepciones rituales que vieron practicar desde siempre a sus antepasados en secreto, así “Osha Ifá Yoruba” fue una religión de gran apoyo moral y espiritual a hombres y mujeres, impidiéndoles caer vencidos por el dolor y la nostalgia ante las injusticias, infamias y ultrajes a que fueron sometidos por la voracidad colonialista de Europa.
El término “Yoruba”, identifica a todas las tribus que hablaban la misma lengua, es lingüístico porque designa el idioma hablado en seis estados de la actual Nigeria: Lagos, Oyó, Osogbo, Orangún, Osun y Oggun.
El reino Yoruba en Nigeria estaba conformado por las tribus: Gadan, Egba, Ijebu, Ekiti, Ondo, Ijesa, Ife, Ketu, Bini, Jekri e Igara. Hay evidencia de que su reino se extendió hasta Dahomey y Costa de Oro. Dando origen a una gran variedad de pensamiento y de creencia entre los nigerianos. De los orígenes de estés pueblos africanos, hasta el siglo XVIII se sabe muy poco, tal vez porque la mentalidad africana es extremadamente compleja y grandes dificultades en el conocimiento del lenguaje yoruba con sus diferentes dialectos. No hay duda, que los Yoruba eran inmigrantes hacia el país que ahora llega a ser el país de su adopción.
Bajo la hegemonía de la ciudad-estado de Ife, en el año de 1258 el reino de “Dahomey” hoy Benín, con su período de máximo desarrollo cultural, artístico y urbano del África en los siglos XIV y XVII, constituyendo actualmente en el siglo XXI la mayor potencia política y económica del área.
El “Reino Ulkumí” era señalado en los mapas marítimos entre 1556 y 1730. En 1734 este nombre es remplazado por “Oyó”.
En el siglo XVIII los pequeños estados independientes se agrupan bajo el poderoso reino de Oyó, y el reino EGBA en Abeokuta, fue fundado en 1837 (Siglo XIX), es quizás el último reino en ser fundado, pero éste ya se estaba descomponiendo y todo el territorio estaba envuelto en sangrientas guerras contra el Dahomey y los Fulanis, resultando arrasado por los británicos.
En 1713 España concede a Inglaterra por la Paz de Utrecht el monopolio de introducir esclavos africanos en la América española, así Gran Bretaña impuso la necesidad de transportar masivamente mano de obra esclava, ésta fue valorada según su raza, sexo y aspecto físico, para llevar a cabo la explotación económica de las tierras descubiertas (Cuba, Haití y Trinidad).
La conferencia de Berlín (1885) reconoció el territorio de Nigeria como zona de influencia británica, actualmente la lengua oficial es el inglés y se hablan también el Hausa, el Ibo y el Yoruba. La religión dominante es el islamismo y la animista ” Osha – Ifá”.
La Sociedad Misionera de la Iglesia, comenzó el trabajo evangelizador entre los Yoruba en 1845. (Siglo XIX).
Historiadores y arqueólogos publican muchas versiones que nos hablan de los avatares del pueblo yoruba en la oscura y denigrante época de la esclavitud (aproximadamente entre los siglos XVI y XIX d.C.), así como de las consecuencias transculturativas que este masivo movimiento humano trajo al llamado Nuevo Mundo, lugar por excelencia donde iban a parar la mayoría de los esclavos africanos, y donde se fusionaron disímiles culturas que dieron al traste con la formación de identidades culturales autóctonas muy bien definidas, así como con la formación de importantes sincretismos religiosos, que han definido inadecuadamente como animismo, fetichismo o paganismo.
El “Omó Orisha Yoruba” es teólogo, tiene consagraciones recibidas en su “Eledá” que transcienden la conciencia humana y en su memoria hay concepciones rituales que vieron practicar desde siempre a sus antepasados en secreto, así “Osha Ifá Yoruba” fue una religión de gran apoyo moral y espiritual a hombres y mujeres, impidiéndoles caer vencidos por el dolor y la nostalgia ante las injusticias, infamias y ultrajes a que fueron sometidos por la voracidad colonialista de Europa.
No hay “Biblia” o “Corán” solamente las
sagradas escrituras de Ifá con sus 16 Méyis que se multiplican por 16 dando así
256 Oduns compuestos que tocan cada aspecto posible de la vida.
El “Omó Orisha Yoruba”, siendo teólogo y místico fue hecho esclavo y desposeído de derechos humanos, llegó a Cuba en la segunda mitad del siglo XVIII para desarrollar la industria azucarera
El “Omó Orisha Yoruba”, siendo teólogo y místico fue hecho esclavo y desposeído de derechos humanos, llegó a Cuba en la segunda mitad del siglo XVIII para desarrollar la industria azucarera
Las denominaciones “REGLA” significa:
Ley universal que comprende lo sustancial que debe observar un cuerpo religioso
y “Ulkumí” que significa “Señor soy amigo”. Mitos y leyendas de las deidades
son de origen Yoruba, una de las principales tribus que componen la población
nigeriana. (Hausa, Yoruba, Fulbe, Ibo y Kanuri).
El pueblo Yoruba es famoso por sus
esculturas y fundición de minerales, utiliza esculturas representativas de los
Orishas, pero sus fundamentos religiosos no tienen cuerpo físico, se encuentran
en otro plano diferente al humano, están vibrando en otra dimensión. Son
piedras que han simbolizado durante milenios el control de una deidad o
entidad, atribuyendo determinadas fuerzas al fundamento al cual se le rinden
ofrendas.
Estamos frente a una cultura religiosa
originalmente mucho más compleja con signos de haber pertenecido a una
civilización más refinada y que los Yorubas han perdido. En el curso de su
historia muchos destacados antropologistas han declarado que la religión ha
degenerado en vulgar fetichismo, por el fracaso que enfrentan para obtener una
completa comprensión de la mentalidad yoruba.
El pueblo Yoruba es notable por sus
conocimientos por sus trabajos en cuero y esculturas pero también eran
agricultores y han sido siempre emprendedores.
La etnia Yoruba, con sus sacerdotes
Babalawos y Olorisas en secreto, gracias a subterfugios, practicaron el rito a
los Orishas y el culto a sus antepasados, aún cuando la religión fue objeto de
un intenso proceso de intercambio cultural, en el cual algunos de los elementos
fueron reinterpretados para evitar la persecución de la inquisición del “Santo
Oficio” en Cuba, éste culto religioso Yoruba, fue así objeto de cambios con la
influencia de la evangelización española, dando origen a la <> en los cabildos
cubanos, donde había sincretización entre los santos del panteón católico y las
deidades africanas.
Se puede afirmar que para los yorubas
hay un solo Dios, “Ser Superior” que es el “Creador y Señor” llamado en yoruba
“Olodumare” y diversas Deidades u Orishas representadas en Nigeria por sus
fundamentos y también físicamente por imágenes construidas de arcilla, piedra o
madera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario