Fue consagrada por Ma Monserrate Gonzalez quien le
transmitió todo el conocimiento sobre los orishas egbados, fue muy respetada
por el amplio conocimiento que tenia de los orishas egbados. Fue responsable de
la continuación del culto a Olokun en Cuba.
Una anécdota sobre esta olosha cuenta que ella monto un
enorme secreto de Olokun para un político de aquella época. La tinaja tenía una
medida superior de 50cm de alto. A ese secreto le fueron sacrificados muchos
animales, entre ellos el cerdo, aun en contra de la opinión de muchos
Babalawos. Se dice que aquel personaje del gobierno conto con los favores del
Orisha durante muchos años, gozando de buena salud, poder y bienes materiales.
El Ashe de Ferminita aun perdura en su descendencia. Su
herencia en cuanto a metodología, liturgia e iniciaciones religiosas se
mantiene, constituyéndose en una de las referencias obligatorias tanto para
iworos y babalawos.
Se dice que Obatero le dio los secretos de Olokun.
Entrego también los primeros fundamentos de Orisha Oko y
Olokun. Su Olokun estaba en una habitación cerrada que ella cuidaba con mucho
recelo. Lo cubría con siete telas de distintas gamas de azul, rodeado de arena,
caballitos de mar disecados, estrellas de mar, arrecifes e instrumentos de
pesca.
En 1944 Ferminita instituyo la tradición de dar cerdo a la
deidad desde un bote fondeado en el mar, tradición que se dice que aún conserva
su descendencia, integrantes de la actual rama “La Pimienta”.
Se dice que fue le fue consagrada Oshun, y que su padrino
fue Ikudasi.
Como Oshun “no le asentó”, al llegar Obatero a Matanzas,
como consecuencia de sus desavenencias con Latuan en La Habana, ella se encarga
de su caso y le consagra Yemaya.
A Ferminita le consagran osha a los 20 y pico años, osea,
alrededor de 1875 y el primer Olokun de Ifa de Tata Gaitan en la década de los
30 del siglo XX (¡937, según datos). Tata era nieto de Yenye y fue de ella que
recibió los datos, que le permitieron “recrear” al orisha. Yenye no era
babalawo, esta demás decirlo.
Su orúko (nombre de santo) no es de Yemaya y eso crea una
duda en cuanto a su Orisha, pero eso no tiene explicación aparente hoy en día.
Tampoco es un problema, pues antes, igual que en África, las personas podían
tener más de un orisha. De hecho, que se le hiciera Oshun y luego Yemaya, es
prueba de ello. No que fuera hija de una o de otra y que erróneamente la
iniciaran.
Sus ceremonias de Olokun eran muy sonadas. Venia gente de
muchos lugares de Cuba, incluidas La Habana y Palmira (hoy provincia de
Cienfuegos). Las celebraciones comenzaban en las vísperas del 24 de septiembre
y duraban tres días. Había un rito secreto solo asequible a gente “especial”.
Durante estos se tocaban los únicos Ilu Olokun (tambores) que se conservan en
Cuba. Aun están en la casa de los herederos de Fermina (Oba Tola, Alfredo
Calvo, Ala Agaju). También ahí están el Yewa de Fermina y su Odúa (ambos orisa
de ascendencia egbado en nuestra isla).
Evidentemente practicaba otro estilo religioso, no habanero.
Muchos venían a recibir Olokun con ella. Orisha Oko era historia de otros egbe.
Una vez le cuestionaron un Olokun de más de un metro que le consagraba a un
político importante y ella dijo “Que se atrevan a decir algo”. Tal era su
autoridad en esa materia.
Fermina muere en 1950 y aun hay gente que la conoció en
persona, por eso no vale repetir los mitos sobre que era “mujer de babalawo” o
cosas asi, pues sus conocimientos sobre Olokun eran legítimamente de la Osha.
Ahora ¿De qué origen? Hay quien dice que era bini, pues aunque el culto sea en
lukumi, el estilo es arará.
Fuentes: Osvaldo Shango – Oduafunmi – Otros. La división de
la Habana.
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